10 febrero, 2013

Presente ABSOLUTO

Es una de las lecciones más útiles que he aprendido (a la fuerza) desde que soy madre. No hay 'para luegos', ni hay aplazamiento de tareas pensando en 'cuando sea un buen momento' porque el único mejor momento que hay para resolver algo es AHORA.

Puedo decir eso de "mi bebé es muy demandante" aunque creo que, de un modo u otro, todos los son. En mi caso, el pequeño quiere estar conmigo, o con su padre, o con los abuelos, pero en brazos y recibiendo atención. Y se ha acostumbrado a ello, sí, porque se lo damos. Se acostumbra a que los adultos en los que ahora confía y de los que depende, le atienden y le resuelven sus pequeñas necesidades. Es agotador, pero es estupendo. Tengo claro que es temporal (¡cómo no!, si todo lo de los niños cambia tan rápido) y que es positivo, por eso mis manos están casi siempre ocupadas. Las prioridades, como en cualquier familia que se estrena en la maternidad, se han reordenado y ahora hay tareas que no se pueden hacer bien. Bien, bien, como me gustaba hacer a mí las cosas.

Ya no hay tiempo para ordenar BIEN el armario. Se saca lo que se haya comprado o sacado del baúl y se cuelga YA. No hay tiempo para luego.

No hay tiempo para responder ese email BIEN. Se responde desde el móvil, brevemente, sobre la marcha, o se deja sin responder (con perdón del amigo que seguro que lo entiende).

No se puede comer BIEN. A veces como caliente, casi siempre no. Y si siento hambre me meto algo corriendo en la boca porque después puede que no tenga acceso ni a la despensa.

Tampoco me puedo cuidar BIEN. Antes programaba buenas sesiones de ejercicio (soy profe de Pilates, ¿os lo había dicho? :-)) pero ahora me tiro a la colchoneta a practicar un par de posiciones para aliviar el dolor de espalda y tonificar (algo) los músculos abdominales. Antes usaba muchas cremas, específicas. Para cada momento del día. Ahora me echo la que tengo más cerca. Pero no lo dejo, ¿eh? que luego la piel se nota tirante, reseca y un mínimo sí que puede hacerse, aunque sea corriendo.

Y con esta dinámica de pensar que luego no será un momento mejor que el ahora mismo, me he vuelto mucho más resolutiva que hace nada. Yo era experta de acumular cosas en la lista de 'para mañana', buscando ese 'mejor momento' que nunca llegaba. Ahora no. Ahora soy madre, un poco neurótica y alterada, y no pospongo, resuelvo.

1 comentario:

  1. Si es que somos todas iguales, para bien o para mal, pasamos todas (y la que diga lo contrario miente) por las mismas fases. Yo no recuerdo meterme tranquilamente a darme un baño tranquila..uff, o a echarme cremas o a... ahora es todo o casi todo para ellos y es mejor en no pensar en el luego o el mañana, sino el ahora.

    ResponderEliminar