20 enero, 2013

Mañana vuelvo al 'cole'





Pichuco nació el 21 de julio del año pasado. Mañana cumple 6 meses. Y yo mañana regreso al trabajo. Es un momento que he anticipado cada día desde el momento en el que comenzó mi baja por maternidad. He tenido suerte. La suma de días libres, vacaciones y permiso de lactancia acumulado me han permitido estar con él 24 horas desde que nació hasta hoy. Eso nos ha facitado cumplir uno de nuestros objetivos: LACTANCIA MATERNA EN EXCLUSIVA sus primeros 6 meses. Pero sabe a poco.

Mañana todo va a cambiar, y lo que me aterra es que es un camino que no tiene marcha atrás. Comenzaré a vivir de nuevo las semanas diferenciando entre los días de diario y las fiestas. Los fines de semana se me quedarán escasos y las noches de los domingos serán siempre algo tristonas. Vuelvo al trabajo y se termina el ritmo agotador pero apacible de la crianza en exclusiva.

Es un paso más, un paso importante, pero es síntoma de evolución y con la que está cayendo me siento feliz de tener un puesto de trabajo al que regresar. Un trabajo en el que he podido reducirme 1/4 de jornada y sueldo para poder seguir con mi faceta de madre por las tardes. Para conciliar. Para estar con mi niño que aún siento como un trozo de mí al que cuesta, cuesta mucho, percibir separado.

Por eso he comenzado este blog precisamente hoy... Porque soy una mujer neurótica y por lo tanto soy una madre neurótica. Me aferro al control de las cosas y quiero supervisarlo y preverlo todo. Un chiste tratándose de la maternidad. Por eso me río de mis angustias y me quiero deshacer de ellas. Hace tiempo me marqué un reto como madre, un gran reto: quiero ser una madre EQUILIBRADA. Yme establecí un lema: "Que mis límites no sean sus límites".

En mi mente, algo 'disfuncional' cuando me pongo así de teórica, me creé una imagen: una cajita con un letrero: "LAS NEURAS DE MAMÁ". Y me prometí a mí misma que visualizaría cómo encierro en ella cada idea o cada pensamiento recurrente, obsesivo y agobiante que me va a acompañar (lo sé) en esta aventura para la que estoy tan poco entrenada.

Esta cajita es la que os abro aquí. Mis neuras. Mis agobios. Mi forma de 'no ser' la madre perfecta que me gustaría. Os agradezco el paseo por estas entradas caóticas y desquiciantes. Esta es mi caja de los truenos. Dónde van a ir a parar mis miedos para que él, Pichuco, mi sol, mi vida, no se entere nunca de que su madre muchas veces está cagada de miedo.

Desearme suerte... Mañana empieza una vida nueva para nosotros dos y nuestro pequeño mundo.