26 abril, 2013

Aprendiendo de la naturaleza... el 'líder de la manada'

No puedo evitarlo, aprendí mucho de las teorías de César Millán a la hora de explicar los comportamientos caninos y cómo la figura del líder de la manada es algo vital para ellos. Un liderazgo entendido de forma totalmente diferente a como lo concebimos nosotros, tras la mezcla algo cochambrosa de ambiciones, poder y otros ingredientes que solemos asociar al concepto.

 

Para la manada el líder es sobre todo un guía. Una figura en la que el resto del grupo puede descansar, confiando decisiones, actuaciones y reacciones.

 

No voy a extrapolar la vida animal a mi pequeña 'manada', pero conexión existe. Vaya si existe.

 

Muchas veces me he dado cuenta del valor que tiene este nuevo concepto de liderazgo en lo que respecta a un grupo familiar, a un grupo de supervivencia. A una familia. De alguna manera, los roles se asientan en la base de esta figura de responsabilidad y sostén. Insisto, solo si entendemos al 'líder' como estos animalillos lo hacen: como encargado de velar por la seguridad y futuro del conjunto.

 

A veces me sobrepasa el sistema que tenemos en casa por el cual tomo muchas de las decisiones. Será por mi carácter o por mi afán de controlarlo todo... el resto se ha amoldado a esa dinámica y ellos aportan otros aspectos igual de importantes y complementarios. Pero yo no estoy a la altura. Y me agobio.

 

Tomo decisiones, planifico y resuelvo... Pero no tengo el temple final, la firmeza de ánimo. Me enfado, me crispo. Vaya líder estoy hecha... Esto les desconcierta porque se dejan aconsejar, se dejan dar instrucciones, aceptan mis indicaciones... y cuando siento que de mí dependen tantas cosas y la cabeza no me da para todo, me vengo abajo y gruño. Y ahí se acabaron las teorías y las herencias de la madre naturaleza. Ahí no soy más que un ser inseguro, endeble, que se viene abajo ante la mínima presión.

 

Pienso mucho en este concepto 'animal'. Para los animales el líder es un guía. La manada necesita orientación y los individuos más frágiles o seguidores ponen su confianza en esta figura. Me gusta pensar que un padre/madre puede ser en estas etapas inciales un guía ('líder de la manada') para sus cachorrillos. Qué sensación más placentera la de saber que mamá y/o papá están ocupándose de todo. Qué solidos nos sentimos entonces, antes de que el desarrollo nos obligue a ir soltando amarras y afrontando que nos toca salir fuera sin la protección de esta primera infancia.

 

Me gustaría ser mejor líder de mi manada. Me gustaría ganarme su confianza. Y sobre todo... mi asignatura pendiente, me gustaría que esto que a veces hago bien (tomar decisiones, ocuparme de todo...) no llevase aparejado un mal gesto, un agotamiento que me hace gruñir o un regaño constante fruto del estrés. Me gustaría cuidarles sin que lo notasen. Sin cargarlo sobre sus hombros.